
Uno de los grandes “problemas” con el que nos enfrentamos los artistas del maquillaje permanente día a día, es con el concepto de SIMETRIA.
Existe una creencia errónea en la mayoría de las clientes y profesionales de la belleza de que: las cejas deben ser ambas idénticas.
Este concepto o idea equivocada nos mete en problemas con la mayoría de nuestros clientes o al menos con quienes tienen esa creencia en su cabeza debido a la ignorancia.
Lo peor del caso, es que probablemente tu tengas la misma idea equivocada de que ambas cejas deberían quedar idénticas, y eso hace que te sientas quizás frustrada cuando no deberías.
Una cosa es que: tratemos de que ambas cejas estén a la misma altura, las líneas que conectan los puntos lleven la misma curvatura, ambas cejas tengan la misma longitud y grosor, que estén centradas, que la forma e inclinación de los inicios sean lo más similares posibles, etc. pero otra muy distinta es creer que deberíamos lograr que sean idénticas.
Esto, no solamente es imposible, sino que sería incluso antiestético.
¿Por qué?
Entendamos primero porque no es 100% posible:
No estoy sugiriendo que hagamos cejas chuecas y muy distintas entre si, pero debemos entender que la estructura ósea, posición muscular y posición natural del vello en ambas cejas, así como la altura de cada uno de los ojos es distinta en cada mitad del rostro de TODOS LOS SERES HUMANOS.
Somo asimétricos por naturaleza y, créelo o no, esa asimetría es lo que nos da esa característica estética HUMANA y no extraterrestre que hace que el rostro de una persona sea agradable a la vista de otra.
Ejemplo con el rostro de la actriz Jennifer Aniston:
- Su rostro natural:

- Su rostro completamente simétrico utilizando la mitad izquierda de su rostro en ambos lados:

- Su rostro completamente simétrico utilizando la mitad derecha de su rostro en ambos lados:

Este ejemplo es perfecto para entender por qué no es estética la completa simetría en el rostro y es importante que le hagamos ver esto a nuestros clientes.
Entendamos ahora ¿Por qué es “antiestético”? o, mejor dicho, ¿Cómo es que naturalmente la asimetría luce mejor que la completa simetría?
Hay un concepto que define esta diferencia entre ambas mitades del rostro y que se aplica a todo en el universo. Vamos a aplicarlo al mundo del maquillaje para que podamos entender mejor. Hablemos del Ying y el Yang.
Quizás ya estés familiarizada con el Ying y el Yang, pero ahora vamos a entender cómo se aplica en el mundo de la belleza.
Cada mitad del rostro no solo es distinta, sino que cada una tiene características específicas: un lado siempre será “suave”, y otro lado será más “duro”.
Vamos a entenderlo de esta manera: una mitad de tu rostro tendrá líneas más curvas, y la otra mitad tendrá líneas más rectas o duras (marcadas).
Esto no quiere decir que una mirad o perfil sea mejor que otra, es decir, el que sea dura o suave no hace que una sea más estética que la otra, pero si puedes elegir entre tus dos “perfiles” cuál es el más estético o agradable a la vista.
El lado suave del rostro lo definiremos como el lado “Ying” y el lado fuerte como el lado “Yang”.
El concepto del Ying y el Yang se utiliza para definir o representar la dualidad que podemos encontrar en todo el universo. Esta dualidad es lo que da el equilibrio a la existencia y es natural que la encontremos en todo lo que vemos, sentimos, vivimos. Representa dos fuerzas opuestas pero complementarias. Así tal cual como lo encontramos en todas las cosas que existen, lo encontraremos en el rostro y cuerpo de todas las personas.
Entonces, si en la vida y en la naturaleza los opuestos y las dualidades nos brindan un equilibrio, ¿Por qué no habría de ocurrir lo mismo en la belleza?
Ejemplo:
Para este curso, utilizaremos este concepto aplicado en: LAS CEJAS. En esta persona es fácil identificar el lado suave (Ying) y el lado fuerte (Yang). Revisa la forma natural de sus cejas y en la fuerza predominante de sus músculos de la frente (que ceja levanta más naturalmente sin esfuerzo al abrir sus ojos).

Ejemplo 2:

Teniendo pues este conocimiento, podremos hablar con nuestros clientes y quizás explicarles un poco de este concepto de manera breve y sencilla antes de su cita, no para justificar un mal trabajo, sino para lograr un resultado estético y natural.