Una vez que hemos terminado el tratamiento, lo mostraremos al cliente con un espejo de mano, explicándole antes de, que tanto el tamaño como el color bajaran al cabo de unos días y que puede haber ligeras asimetrías debido a la inflamación que pudiera haber en el área.
El cliente nos hará ver quizás ciertos detalles con los que no esté conforme en algunas zonas y podrás trabajar en ello, siempre y cuando no sea una modificación de la forma inicial aprobada por el cliente antes de comenzar el tratamiento, pues corres el riesgo de crear asimetrías grabes pues el área o que pudiera verse “deforme” debido a la inflamación en la zona. Siempre es mejor tratar detalles de simetría en el retoque.
Existen algunos clientes obsesivos que querrán hacer varios cambios, pero una vez más, deberás tener el carácter de decir NO, tranquilizar a tu cliente y explicar de la manera más amable posible que los detalles los verán en el retoque, a menos que sea algo que sabes que si puedes trabajar en ese momento sin ningún problema. Se muy honesto contigo mismo y valora bien antes de tomar cualquier acción. NO agregues nada que no te sientas cómodo o completamente seguro de hacer, pues es muy probable que en lugar de mejorar el trabajo empeore y no habrá vuelta atrás.